1.
Ni bien salías del colegio alistabas unos centavitos para comprar limones o mangos con sal, cebichochos, espumilla, bonice… tal vez unas buenas salchipapas o quizás una chocobanana.
2.
Te parece de lo más normal que hasta el abuelo baile la macarena, el meneadito y la mayonesa hasta el amanecer en las fiestas familiares.
3.
Y tampoco te sorprende ver a tus tíos, tu papá, tus primos y tus amigos disfrazados de viudas, maquillados, con minis y un sostén prestado para hacer una buena recolecta para “el viejo”.