Photo: Pablo Rogat/Shutterstock

11 señales de que creciste en el extremo sur de Chile

by Pedro Alvarado 18 Dec 2015

1. Expresas tu cariño alertando a los otros sobre la escarcha.

En el sur de Chile hay que tener mucha precaución en la época invernal (o simplemente cuando hay una mañana con temperaturas bajo cero). Esto hace que sea común escuchar a algún integrante del entorno familiar diciéndonos “cuidado con la escarcha”, y asocias esa pequeña frase con una señal de aprecio.

 

2. Dices “Qué cruo” a menudo.

“Qué cruo” puede marcar precedencia en una situación peligrosa, o también se usa cuando sucede algo magnifico. Lo cierto es que es una insignia que de la forma de hablar de los magallánicos.

3. Te adaptas a las cuatro estaciones del año… en un mismo día.

¿Alguna vez escuchaste que en el extremo sur de Chile las temperaturas en invierno son bajo cero? ¿O de sus fuertes temporales, con vientos que superan los 100 kilómetros por hora? Bueno, esto no asusta a ningún magallánico, es algo normal para los habitantes de la Patagonia. Un día soleado (solo alumbra, no pienses que puedes broncearte) puede estar acompañado de viento, lluvia, nieve y granizos. Por esta razón, los magallánicos siempre andamos con ropa extra (bufanda, chaqueta o un abrigo) para capear el frío.

4. Afirmas y niegas todo dos veces.

Tal cual. “Si, si” y “No, no” se escuchan en cualquier conversación de un magallánico. Más que redundante, es una expresión con la que enfatizamos nuestras acciones.

 

5. Sabes bien que debes tener cuidado cuando alguien “viene del norte”.

Empecemos por aceptar que esta es una frase discriminatoria y descalificadora para aquellas personas que visitan la región. En Magallanes, se dice “ese viene del norte” cuando en algún medio de comunicación regional anuncian que robaron una tienda o asaltaron a alguien. Se utiliza la expresión para decir que los ciudadanos que cometieron el crimen no son de la duodécima región. Es que los de la duodécima región JAMAS cometeríamos un crimen, ¿no?

6. Asocias ser “el más limpio” con una crítica amistosa.

“El más limpio” no se refiere a la (falta de) suciedad de la ropa, ni mucho menos a las personas que tienen una gran higiene personal. “El más limpio” se utiliza entre grupos de amigos, cuando una persona cuestiona la última relación que tuvo con su pareja, y en tono de broma los cercanos irónicamente lo califican del “más limpio”, haciéndole notar algo así como ¿tú nunca te has equivocado?

7. Saludas con “Olaste”.

Si saludas de esta forma, seguramente eres de la Patagonia chilena o viviste un buen tiempo allí. Es un saludo particularmente extenso y efusivo que usamos cuando nos encontramos con amigos o seres queridos que no hemos visto desde hace mucho tiempo.

 

8. La forma de hablar de los argentinos se cuela en tu vocabulario (Está helado, che, y esto es un quilombo)

Somos de una región limítrofe con Argentina, así que las costumbres del mate, el truco (juego de cartas) y una que otra palabra del vecino país están instauradas en el vocabulario de los magallánicos. “Está helado che” indica que las temperaturas son bajas y hay que abrigarse más de lo común, mientras “qué quilombo” es usado por los jóvenes cuando algo no está funcionando como se esperaba (no solo para referirse a un local nocturno de señoritas).

 

9. De vez en cuando, se te antoja un “confite”.

Si nunca saliste de Magallanes, quizás el significado de la palabra “confite” no sea extraño para ti, pero si viajas fuera de la región puedes darte cuenta de que no se utiliza de las misma manera en el resto de Chile. “Confite” se refiere a un dulce, ya sea un coyak (chupete) o caramelo.

 

10. Cocinas con estufas.

Lo más particular de nuestra forma de cocinar no es la cocina magallánica en sí misma, sino que la llamamos “estufa”. En el resto de Chile, en cambio, las estufas son calefactores que se encuentran en las habitaciones y baños. Esta es una de las expresiones que contribuye a los malosentendidos cuando un magallánico viaja fuera de su región.

 

11. Te han mandado a descansar tu cuerpo más de una vez, y no fue en una clase de yoga.

El frío no es un obstáculo para que los magallánicos disfrutemos de la vida nocturna. El extremo sur chileno es conocido por sus largas noches de fiestas que son acompañados de bailes. La larga juerga se continúa al día siguiente con un asado o un juego de truco, en la que se comenta todo lo sucedido la noche anterior. Si alguno de los asistentes todavía se encuentra trasnochado, es ahí cuando sus amigos le dicen, “descansa tu cuerpo”, invitándolo a que se vaya a dormir.

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