1.
Le das a tu hijo más primos, tíos y padrinos de lo normal, incluso antes de nacer.
2.
Te encargas de que en su lonchera escolar jamás falten las empanadas.
3.
Alguna vez lo agarraste con las manos en la masa (literalmente).
4.
Y tiene una habilidad innata para jugar al pisé con papel mojado.