2. Le decías chichí a tu abuela, esa adorable viejecita que preparaba la mejor comida de la región, usaba mucho talco y amaba “gustar la tarde para tomar el fresco” o bien, “gustar la tele”.
3. Te wixabas de miedo cuando te contaban la leyenda del Huay Chivo o la Xtabay, aunque también te sabes leyendas bonitas como la de los Aluxes, el maquech y el pájaro Toh.
4. Te caíste de la hamaca por estar jugando en ella y, además, tu mamá te regañó porque ya te había advertido que eso pasaría y golpearías tu hermosa cabeza de lek.
5. Te sabes la canción de Puruxón Cauich mejor que el Himno nacional. Sabes que nació en Tahmek, que tiene cara de peek’ y que sufre de un gran amor no correspondido por la linda X’pet.
6. No olvidarás los domingos con papá en el zoológico del Centenario, dando vueltas en el trenecito, gritando de miedo cuando pasabas por el túnel, deslizándote por la resbaladilla del avioncito en el arenero, comiendo algodón de azúcar y viendo a la mona Susi. Fuiste afortunado si te ungió, pues se volvió famosa a raíz de su gusto por aventar sus “regalitos” a los espectadores.
7. Sabes qué es Titeradas y que no hay títeres más graciosos que Lela Oxkuctzcaba y Chereque. Recuerdas a Tina Tuyub y a los ojos saltones de Cholo, veías en el Canal 2 al Chel de Kanasín y Pepillin de Club Para Gente Chica o la caricatura La Gruta del Alux con las aventuras del Soots. Tu infancia en Yucatán fue muy graciosa gracias a estos personajes.
8. Te llevaron a Xmatkuil y miraste con asombro una cantidad impresionante de chucherías y vacas enormes, te subiste a todos los juegos mecánicos, compraste algún artilugio para jugar bromas al día siguiente e hiciste una cola kilométrica para entrar al castillo de Coca-Cola.
9. Tomaste Soldado de Chocolate como si no hubiera un mañana en la primera comunión de algún amigo. También recuerdas la Pino Negra y la Orange Crush aunque esas pegaban más con una torta de cochinita o lechón el domingo por la mañana.
10. Sabes quién es Jacarandoso e ibas a verlo bailar en el Carnaval de Paseo de Montejo y a que los carros alegóricos te tiren chucherías que peleabas como si fueran tesoros (¡y vaya que lo eran!).
11. Recuerdas la furia de los huracanes Gilberto e Isidoro cuando tocaron nuestro estado, te quedaste sin luz y clases por algunos días, si te fue bien.
13. Te llevaron a Chichén Itzá o Uxmal de paseo escolar y alguien vomitó en el camión. Te tocó esa época maravillosa en la que aún te podías subir al Templo de Kukulkán y ver la magnífica vista que hay desde la cima.
14. Cuando tienes mucho calor vas a refrescarte con un helado del Colón, de La Principal o El Principal, que graciosamente se encuentran uno a contra esquina del otro en la calle 65 con 66, Helado Polito o Helado Estrella frente al Mercado Lucas de Gálvez.
17. Recuerdas La Gran Plaza sin su expansión y sabes que antes de Altabrisa, Sendero y City Center ya existían Plaza Cristal, Plaza Dorada y Plaza Buenavista.
18. Hacías «temporada» (pasar el verano) en la playa y sólo regresabas a Mérida el día que tu mamá lavaba la ropa. Si no tenías casa ibas de invitado a la de tu amigo. El precio era un postre que tu mamá dejaba como tributo cuando te llevaba o iba a buscar, y te dejaban dinero para jugar en los futbolitos de la feria. Y si no había donde quedarse, ibas, cuando menos tus padres te llevaban de pasadía los fines de semana.
21. Sabes en tu corazón que noviembre no es noviembre, es temporada de pib y el 31 de octubre te mandaban a la escuela de mestizo/mestiza con ingredientes para preparar xek y celebrar Hanal Pixán con tus compañeros.