31 señales de que aprendiste a comer en Guayaquil
1. Sabes fulminar todo chuchaqui en tu hueco de encebollado mañanero de confianza.
2. Y le echas chifle.
3. Puedes martillar, desarmar, destripar, y chupar cangrejo sin salpicar ni una gotita.
4. Casi te da un yeyo cuando probaste tu primer cevichocho. El ceviche lleva fauna.
5. Añoras el agachadito con cédula.
6. Sabes que no hay pastel de carne que se deje comer sin una cascada de limón y salsa de ají encima.
7. Para ti, la bandera barata a tu gusto es el invento más espectacular del hombre.
8. Sabes que el desayuno más pepa tiene forma de bolón con queso y chicharrón.
9. Tienes claro que las hamburguesas de carreta le ganan a cualquier Whopper o Big Mac.
10. «Si le haces» al caldo de salchicha, pero friegas a tu pana con el de «tronquito».
11. Añoras el grasiento sabor de ese chimborazo de «chaulafán de iguana».
12. Cuando «la calor azota», la aplacas gracias al panita que vende bolos en los semáforos.
13. Compraste grosellas, ciruelas, o mango verde a los vendedores ambulantes desde la ventana del expreso del colegio.
14. Nunca le dices que no a un bollo o encocado de Corozo, El Verdadero.
15. Te pegas un yogurt y pan de yuca, empanada de viento con morocho, o pastel con cola en el carro.
16. Viste Pescador, y ahora dices: “Madrina, juguetéame el arroz”.
17. Alguna vez te llevaron a comer cuy en la sierra… y ahora tú los llevas a comer sanduche de chancho.
18. Sabes que Guayaquil pega hasta en el sushi, así que pides «cevichado» o «madurito» roll.
19. Entiendes que el letrero de «coco bien helado» en el carretero a la playa implica descanso.
20. Has tomado tanta chicha resbaladera que sientes la satisfacción de tus abuelos.
21. No perdonas un maduro con queso mal parqueado.
22. Tarrina y funda son tus opciones preferidas de vajilla «to go».
23. Drácula es un novato ante tus habilidades de chupar naranja helada.
24. Sabes que toda chupa o peloteo implica trabajo en equipo.
25. Molestaste a tus panas con la longitud de los hot dogs de Miraflores.
26. Sabes que la cazuela, la guatita, el seco de chivo, o cualquier cosa con juguito funciona con una volquetada de arroz encima.
27. Conoces en qué sector y lugar se piden shawarmas con bomba y hamburguesas con soque y pelo.
28. En las calles de Guayaquil te entienden cuando pides comida en clave «chiflido».
29. Siempre que huele a carne asada, sabes que alguien se pegó un moro bien quesudo.
30. No puedes aceptar que un restaurante ose traerte patacones y decirte que no había queso.
31. Este artículo te dió hambre, y ya estás pensando en dejar todo botado para pegarte un plato guayaco.