1. Que NADIE pueda pronunciar bien tu nombre…
Por más veces que lo repitas, esto no sucederá. Tienes que acordarte de las cinco variantes con las que te llaman para voltear cuando te buscan.
2. Que sacar una cita con el doctor tarde más que el virus en hacerse inmune a cualquier cochinada que te mandan como remedio.
3. Que te jodan todo el tiempo pidiendote probar una salsa…
¡La única salsa que te trajiste de tu país! Y a la hora de la hora lloran con una gotita. Gastada para nada…