La palabra temazcal proviene del náhuatl temazcalli, que quiere decir “casa donde se suda” (temaz, sudor, y calli, casa). Desde los tiempos prehispánicos, nuestros antepasados usaban este baño de vapor con fines terapéuticos y espirituales.
Se cree que en el temazcal sanan todos los cuerpos: el mental, el físico, el emocional y el espiritual. De acuerdo a la cosmogonía mexica, cuando estás en un temazcal entras al vientre de la madre tierra para renacer de él.