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7 tesoros escondidos bajo el agua de las presas mexicanas

México Guanajuato Hidalgo Estado de Oaxaca Sonora
by Ana Elba Alfani Cazarin 31 Dec 2018

Jalapa del Marqués

De 2015 a la fecha, la temporada de secas se acentuó en el Istmo de Tehuantepec, en Oaxaca y, dado el significativo descenso en el nivel de la presa Benito Juárez, ha sido posible volver a ver el viejo pueblo de Jalapa del Marqués, Yudxi (Arena) o Guiigu’ yudxi (Río de arena), como se conoce en zapoteco.

Quedó al descubierto un antiguo templo dominico del siglo XVI, en lo que era el centro del pueblo y donde se veneraba a la virgen del Rosario; fue considerada una de las más hermosas en su tipo y se conserva casi intacta, a pesar de estar sumergida en el agua por más de 50 años.

Cuanto más bajo el nivel del agua, pueden apreciarse también las dos cúpulas y parte de los contramuros, el ex convento y su atrio. También, lo que quedó de la escuela primaria y panteón donde se acostumbraba enterrar a los muertos en vasijas.

San Luis Taxhimay

Desde hace 68 años, la historia de San Luis de las Peras (Hidalgo), pueblo de origen otomí quedó bajo las aguas de la presa Taxhimay (que, en otomí, significa “pastor de oveja blanca” o “lugar de peña blanca”) .

En ciertas épocas del año, es posible ver las iglesias que están bajo el agua y algunas paredes de una hacienda. La iglesia con la torre más alta data del siglo XVI y llevaba el nombre del Señor San Luis Rey de Francia, de donde provenía el nombre del pueblo y la otra es llamada Señor del Quejido, que fue construida en el siglo XVII.

Esta última tiene su propia leyenda: se cuenta que existe la imagen de un Cristo que en aquella época se le apareció a un leñador. Desde entonces se le tiene un gran fervor por los milagros que ha concedido a la gente que lo venera en los pueblos cercanos.

Quechula

San Juan Quechula o Quechula Viejo, en el estado de Chiapas, es una antigua población donde los frailes dominicos construyeron esta singular edificación, a la par del convento de Tecpatán. Al lugar se arriba en lancha a través del embarcadero de Apic Pac, municipio de Ocozocoautla, desde el poblado Raudales Malpaso y desde otras comunidades rurales de la zona.

Considerado un bastión de la evangelización española en las comunidades indígenas zoques de la ribera del río Grijalva (siglo XVI), es ahora solo un recuerdo: con la construcción de la presa se perdieron bajo las aguas las mejores tierras de cultivos, pero sobre todo, a los habitantes de Quechula les dolió perder el templo del Señor Santiago.

Ex-hacienda El Palote

Edificada en 1758 en León, Guanajuato, tuvo muchos dueños hasta que, en 1953 y luego de varias inundaciones que sufrió la ciudad se decidió construir la presa a fin de controlar el agua que bajaba de las sierras de Comanja y Guanajuato. En las épocas de sequía, es posible llegar a pie para visitar la capilla y ver los muros de lo que fue la ex hacienda.

En 1992 las autoridades municipales y estatales invirtieron en la transformación de la presa en un centro de turismo, recreación y deporte. Se reforestó y se crearon áreas verdes y se instalaron locales de venta de comida típica y artesanías.

El Zangarro

El bajo nivel de almacenamiento de la presa La Purísima dejó al descubierto las ruinas del templo del poblado llamado Zangarro, comunidad que fue cubierta por las aguas del embalse en los años 70.

El templo dedicado a la Virgen de los Dolores quedó totalmente cubierto por el agua, pero con la grave sequía que en los últimos años ha aquejado al estado de Guanajuato, es posible verlo hoy junto con algunas otros edificios.

San Pedro de la Cueva

Se encuentra en el estado de Sonora y toma su nombre de una gruta en una montaña próxima. También fue conocido como Guepa-Cometzi, que quiere decir cueva grande. Los misioneros jesuitas le nombraron como San Pedro de la Cueva en 1614, y en ese entonces comprendía los municipios de Suaqui, Tepupa y Batuc, que desaparecieron al ser inundados por la presa Plutarco Elías Calles en 1962.

Es el recorrido es idóneo para quienes gustan del senderismo y acampar. Su paisaje marca el final del desierto y el inicio de las imponentes cordilleras que se elevan frente al lugar. Se puede pescar en la presa especies como lobina, tilapia, bagre y pinto. Hay atractivos turísticos como paseos en lancha alrededor de los pueblos hundidos.