Muchos años antes de que los mexica llegaran al Valle de México, los texcocanos ya se habían establecido a las orillas del lago y, herederos de la cultura tolteca, habían civilizado a su población hasta un grado de refinamiento sin igual, como no se había visto en el mundo prehispánico. Texcoco era la capital cultural del mundo nahua. Fue gobernada por grandes hombres como Ixtlixóchitl Nezahualcóyotl y Nezahualpilli, todos del mismo linaje.
Cuando los españoles recorrieron la ciudad quedaron obnubilados por su magnificencia y no pudieron más que aceptar que se encontraban frente a una sociedad portentosa, la Atenas del mundo prehispánico.