Seguramente has escuchado decir que a algún vecino “se lo ha chupado la bruja”… Y es que en México existe aún la creencia de que las brujas rondan por las noches en busca de víctimas a las cuales sorberles la sangre, tal como los vampiros en otras latitudes.
Pero, ¿de dónde viene esta superstición? Como casi todas las tradiciones en México, esta leyenda tiene un origen prehispánico. En Tlaxcala, estas criaturas son llamadas tlaltepuchis que, en lengua náhuatl, significa “sahumador luminoso”.