Photo: Galicia Sustentable

Las velas artesanales en México, un arte bello y efímero

México
by Ana Elba Alfani Cazarin 30 Nov 2019

La especialidad artística que consiste en modelar la cera se conoce como ceroplástica. Durante la época colonial, los artesanos que se dedicaban a elaborar velas eran conocidos como cereros y, si bien sus productos eran de primera necesidad para mantener iluminadas las casas y los templos, ellos no se conformaron solo con hacer veladoras, velas y cirios. Se especializaron en velas con diseños religiosos y ceras labradas y escamadas, con las que adornaron altares y retablos para ofrendar a los santos patronos de cada barrio, ciudad o pueblo.

 

View this post on Instagram

 

A post shared by JC Luna (@cluna6186) on

Los historiadores especializados en el arte popular mexicano sostienen que, en el caso de la cera, hay constancia que en las culturas mesoamericanas usaron la cera en la técnica de joyería denominada “cera perdida”. El dominio que se tenía de esta técnica, realizada con sencillas herramientas, llamó la atención de los cronistas y por ello lo mencionaron en sus crónicas.

 

View this post on Instagram

 

A post shared by San Pascual Velas y Veladoras (@san_pascual_velas) on

En el México antiguo se criaban abejas llamadas meliponas, y de ahí se obtenía la miel y la cera. A partir de la llegada de los españoles, se comenzó a traer abejas de Europa, que eran más grandes. Con la llegada de los padres agustinos, comenzó la producción de velas artesanales en México, desconocidas hasta entonces en estos latifundios.

 

View this post on Instagram

 

A post shared by Piel Morena (@pielmorena_mx) on

Durante el virreinato, fueron importados unos medallones religiosos de cera blanca conocidos como del Agnus Dei, de origen italiano (donde se elaboraban desde el siglo IV) y de los cuales, desgraciadamente y debido a su fragilidad, sólo es posible observar algunos ejemplares en museos.

 

View this post on Instagram

 

A post shared by JC Luna (@cluna6186) on

Como el trabajo de los cereros era tan apreciado se formularon las primeras leyes para certificar la pureza de la cera. Al día de hoy, todavía hay familias y talleres dedicados al arte de la elaboración de velas artesanales en México. En estados como Querétaro, San Luis Potosí, Veracruz, Puebla, Morelos y Guanajuato, la tradición pasa de generación en generación y, aunque pareciera que languidece, aún subsiste.

 

View this post on Instagram

 

A post shared by Medval (@medvalcorp) on

Precisamente en Salamanca, Guanajuato, este arte fue cobrando fuerza en pleno siglo XXI, sobre todo la cera escamada, un estilo donde se trabajan finas capas que van formando diseños tipo filigrana de posibilidades infinitas.

 

View this post on Instagram

 

A post shared by Cerería de Jesús (@cereriadejesus) on

En México, cuando fue fundado en Querétaro el Colegio de Santa Rosa de Viterbo (1670), las monjas realizaban solo figuras del Niño Jesús y otros santos en cera. Cuando la confección de figuras de cera salió de los muros de los conventos y se difundió, los artesanos hicieron velas con forma de frutas, juguetes y figuras humanas que no tenían un contexto religioso.

 

View this post on Instagram

 

A post shared by Cerería de Jesús (@cereriadejesus) on

En Salamanca, Cuetzalan (Puebla) y en Tepoztlán (Morelos), es posible visitar talleres de familias dedicadas a este trabajo que parece sencillo a simple vista, pero que no permite errores porque, de tenerlos, hay que comenzar todo el proceso nuevamente.

 

View this post on Instagram

 

A post shared by MEXTISSAGE (@mextissage) on

Una de las técnicas es poner sobre una vela grande una armazón de alambre forrado con papel de colores, como el metálico, y se le van agregando flores, hojas y demás adornos de cera, que previamente se han sacado de los moldes, generalmente de madera, metal, yeso o barro. Estos moldes son verdaderas reliquias, ya que se han ido heredando de generación en generación.

 

View this post on Instagram

 

A post shared by Cerería de Jesús (@cereriadejesus) on

Crédito: @32muvamisco

En la actualidad, las velas labradas bellamente cubiertas de flores sirven como exvoto, una forma de agradecimiento a un santo por el milagro por el cual intercedió. En Zozocolco de Hidalgo, durante los festejos a San Miguel Arcángel (29 de septiembre) se realiza una procesión solemne donde los habitantes caminan con velas adornadas con flores y la imagen de su santo patrono.

Para el 2 de febrero, por las fiestas de La Candelaria, son comunes las velas adornadas, destacando los trabajos que se hacen en Xochimilco y Coyoacán (CDMX), y en Tlacotalpan, Veracruz. No pueden faltar los nacimientos para navidad, hechos por artesanos de la región del Bajío en el estado de Guanajuato.

 

View this post on Instagram

 

A post shared by Cerería de Jesús (@cereriadejesus) on

En Puebla, son tradicionales unas muñecas con cabeza, manos y pies de cera y cuerpo de tela cuyas extremidades son articuladas; en San Bartolo Coyotepec, Oaxaca, se realizan impresionantes máscaras de cera que se elaboran para algunas danzas populares como “la de los jardineros”, moldeadas en tela y recubiertas de cera, cuyos personajes suelen ser hombres barbados de perfil europeo.

 

View this post on Instagram

 

A post shared by MÁSCERA (@mas.cera) on

Si andas por la Ciudad de México, te sugiero que visites la tienda Cerería de Jesús (Venustiano Carranza 122 local C) en el centro histórico, es un clásico de la producción de velas artesanales en México. Desde el siglo XIX confecciona velas de todo tipo, como esta preciosa con forma de flor de cempasúchil. Vale la pena la visita, ¿cierto? 

 

View this post on Instagram

 

A post shared by Cerería de Jesús (@cereriadejesus) on