Este es el paraíso del esquí y el snowboard.
Si te gusta esquiar y no conoces Whistler, definitivamente estás haciendo algo mal. Esta pequeña ciudad canadiense es uno de los centros de esquí más grandes de Norteamérica y todo aquí está dispuesto para que vivas una experiencia invernal diferente y muy divertida. En Whistler vas a encontrar más de 200 rutas de todos los niveles, repartidas entre dos imponentes montañas, el Monte Whistler y el Monte Blackcomb. Whistler no sólo tiene la mejor infraestructura y excelentes pases de temporada, también cuenta con paisajes impresionantes que te harán disfrutar cada uno de tus descensos como si fuera la primera vez que esquías.
Ya va siendo hora de que dejes atrás los destinos de siempre. Whistler está a solo seis horas de vuelo —y un ratito de carretera— desde la Ciudad de México y los pasajes están bastante económicos. De hecho te invito a que googlees “Ciudad de México a Vancouver”. Te garantizo que cuando acabes de leer este artículo vas a empezar a considerar seriamente tu próximo viajecito.
¿Nunca has pisado la nieve? No hay problema.
La enorme cantidad de rutas que encontrarás en Whistler implica que hay pistas para todos los niveles. Sí, incluso si nunca has esquiado en tu vida. Incluso si es la primera vez que ves la nieve tan de cerca. Whistler ofrece lecciones de ski y snowboard para toda la familia y no hay mejor lugar para aprender o mejorar tus habilidades a bordo de un par de esquís. Si le tomas el gusto, pronto podrás estar deslizándote por rutas tranquilas que te permitirán ir ganando confianza. Quién sabe, tal vez en unos años te encuentres descendiendo a toda velocidad por alguna de las rutas doble diamante negro alrededor de Whistler.
Lleva tu experiencia de esquí al siguiente nivel.
En Whistler abundan las rutas de uno y dos diamantes negros, por lo que vas a encontrar bastantes retos que estén a tu altura. Pero este también es un gran lugar para iniciarte en el heli-skiing. Esta versión extrema del esquí y el snowboard implica subirse a un helicóptero y trasladarse hasta esos sitios en los que no necesitarás de góndolas ni de aerosillas. Canadá es famoso por sus experiencias de heli-skiing y Whistler Heli-Skiing es la mejor opción para probarlo. ¿Te animas?.
Pero si el esquí y el snowboard no son lo tuyo…
Aún podrás tener unas vacaciones llenas de adrenalina. Puedes empezar por visitar el Whistler Sliding Centre —sede de los Juegos Olímpicos de Invierno en 2010— y experimentar lo que se siente ir en uno de esos trineos que parecen desafiar las leyes de la física. Un instructor calificado te acompañará en un recorrido a más de 125 kilómetros por hora en una de las pistas más rápidas del mundo. Si prefieres los exteriores y tu espíritu aventurero sigue altivo, sal a recorrer los bosques de Whistler a bordo de un trineo tirado por perros o de una motonieve.
¿Que prefieres explorar a tu propio paso? Entonces es momento de abrigarse, ponerse unas raquetas de nieve y salir a recorrer los bosques alrededor de Lost Lake Park. Aquí encontrarás una gran cantidad de senderos que te pondrán frente a frente con la majestuosidad de la naturaleza canadiense y, si quieres poner a prueba tu condición física, puedes cambiar las raquetas por esquís y lanzarte en una aventura en skis a campo traviesa.
Whistler tiene opciones para toda la familia.
¿No sabes si sería una buena idea viajar con la abuelita y los niños a Whistler? No te preocupes. No todo por aquí cae en la categoría de “extremo”. El pueblo de Whistler es un lugar que seguramente se parece mucho a lo que te imaginas cuando piensas en una villa invernal. Calles peatonales flanqueadas por casitas de dos aguas que se integran perfectamente con el ambiente alpino de la ciudad; un escenario que te hará olvidar que hay un mundo más allá de esta fantasía nevada.
El pueblo es perfectamente caminable, por lo que puedes pasar el día yendo de tienda en tienda o disfrutar de las actividades familiares que se organizan en la Plaza Olímpica, donde también se encuentra una pista de hielo al aire libre. Si quieres explorar los alrededores, el Valley Trail es un camino de 40 kilómetros que conecta el pueblo con los atractivos naturales que lo rodean. Es el lugar perfecto para una caminata con toda la familia, pero también puedes rentar una bici para nieve (fatbike) y tratar de verlo en toda su extensión.
Las alturas no son exclusivas de los más atléticos.
Un solo boleto te da acceso a todas las aerosillas y teleféricos de Whistler, por lo que puedes pasar el día yendo de una montaña a otra y de regreso sin sudar una gota. Esto incluye la entrada al Peak 2 Peak, el teleférico que une las cimas de las montañas Whistler y Blackcomb y que tiene la peculiaridad de ser el más alto del mundo. A 436 metros de altura sobre el valle, podrás admirar el pueblo de Whistler y toda la naturaleza que lo rodea de una sola vez. Si el vértigo te lo permite, incluso puedes realizar este recorrido en uno de los carros especiales que cuentan con fondo de cristal.
Las cimas de Whistler y Blackcomb cuentan con miradores desde los que podrás disfrutar de vistas espectaculares e incluso podrás aprender un poco más sobre la construcción del Peak 2 Peak en la galería que se encuentra en la terminal del lado del Monte Whistler. Las dos montañas cuentan con restaurantes, por lo que nada te impedirá pasar todo el día en las alturas si así lo quieres.
¿Alguien dijo vacaciones románticas en la nieve?
Imagínate lo siguiente y dime que si no es el mejor plan para un aniversario o para esa propuesta que has estado postergando: la tranquilidad de un bosque nevado y ustedes dos forrados en cobijas a bordo de un trineo tirado por dos enormes caballos percherones. Eventualmente, el sendero bordeado de pinos da paso a un mirador desde el cual se ven las luces de la Villa encendiéndose mientras se oculta el sol. ¿Podría ser mejor? Claro. Podrías dejar de imaginarlo y empezar a agendar tu tour privado por los bosques de Whistler.
Puedes tomarte esas vacaciones de invierno en plena primavera.
Aquí los inviernos no son tan cortos como a los que estás acostumbrado. Aunque Whistler es un destino popular para las fiestas navideñas, la temporada de esquí no termina con la llegada de los Reyes Magos. Los centros de esquí de Whistler están abiertos de noviembre a mayo y aunque muchas de las demás actividades invernales terminan en marzo o abril, eso no significa que no haya opciones de diversión una vez que la nieve comienza a retirarse.
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Este artículo es patrocinado por Tourism Whistler.