Yucatán será el último lugar de México, y hasta del mundo, donde se acabe el agua. Tenemos una extensa red de ríos subterráneos que son un verdadero tesoro para el estado y al que debemos cuidar muchísimo. Recuerda que una cosa es regar tus plantas y otra es lavar el porche de la casa todos los días. Lo mismo sucede con los cenotes: debemos tratarlos con sumo respeto por su delicado equilibrio y cuidar de su fauna y de su flora. Por eso, ¡por favor no uses bloqueador cuando vayas a los cenotes!
Los yucatecos somos muy amistosos y nos encanta mostrarle las bondades de nuestra tierra a los visitantes. El servicio al cliente aquí es excelente y la hospitalidad con que te recibe el personal de nuestras haciendas y hoteles es legendaria. Aquí en Yucatán aún se puede salir por las tardes a la puerta de casa y conversar con los vecinos.
Nosotros estamos orgullosos de nuestros orígenes y todos sabemos aunque sea un poquito de la lengua maya. ¡PURUXON CAUICH, NACIDO EN TAHMEK, UN POBRE HUINIC, CON CARA DE PEE’K!
La playa más cercana a la capital nos queda a sólo veinte minutos y a eso le sacamos mucho provecho. Durante la temporada de vacaciones, las familias completas descansan en la casita de la playa mientras alguno de los padres trabaja en la ciudad para viajar después de sus labores y reunirse con los suyos. ¡Eso sí que es vida!
Cada vez tenemos mejores rutas, pero además de las típicas nacionales ahora tenemos vuelos a Cuba, Miami, vuelos a Milán y Toronto.
Estamos por inaugurar el nuevo y mejor Centro Internacional de Congresos de Yucatán powered by Samsung, con capacidad para recibir a siete mil personas. Tenemos varios hoteles galardonados por revistas y sitios de viajes internacionales, y en Yucatán está el mejor hotel del planeta, según Forbes, lo que nos pone en el mapita del mundo muy por encima de otras ciudades. Nuestras carreteras alternas son una chulada y las autopistas… aún mejor.
Tenemos prácticamente un platillo para cada día de la semana. Los lunes tenemos frijol con puerco; los domingos nos curamos la cruda nada más y nada menos que con la famosísima cochinita pibil, y así la semana entera… Bolis de guanábana y guayas con chilito son parte de nuestro extenso menú de antojitos.
Aunque nos reconocen en todo el país por nuestra típica y hermosa guayabera, la verdad es que somos mucho más que eso. Somos el estado donde todo el mundo quiere venir a retirarse, tenemos una maravilla del mundo (Chichén Itzá) y una de las más fuertes e increíbles gastronomías del país.
En ningún otro lugar de México verás tanto el uso de la hamaca como en Yucatán. Es tal vez nuestra artesanía favorita y en las casas yucatecas las disfrutamos tomando el fresco de la tarde o la siesta todos los días después de comer. 