1. Nada de besos por aquí.
No importa que nos hayamos visto el día de ayer o incluso hoy mismo por la mañana. Tampoco importa que no nos conozcamos tan bien. A nosotros mexicanos nos gusta pegar cachete con cachete y lanzar un beso al aire para expresar lo mucho que nos queremos. Pero en Inglaterra es otra historia. Los londinenses son personas muy cordiales… Hasta que invades su espacio personal. Y no, la dicha de conocerte no es, en definitiva, una razón válida para acercarte a uno más de lo necesario.