1. Ignóralos
Quizás sea obvio, pero es uno de los métodos más efectivos. En mi experiencia, la mayoría de los acosadores sólo busca una forma barata de reafirmar su frágil masculinidad. Gritar porquerías por la calle es la forma más fácil de sentirse machos y no tienen expectativas al respecto. Si los pasas de largo (y sientes lástima por ellos) perderán su atención rápidamente.