1. Un cubano no está perdido en una conversación.
Lo dejan botá o, simplemente, está en la luna de Valencia.
2. A un cubano no le caes mal.
No te rueda, le caes gordo, no te baja y no te traga.
3. Para el cubano no hace mucho tiempo.
Hace un perro.
4. Un cubano no te dice “adiós”.
Te dice que “va bajando” o te saluda con un ciao pescao a la vuelta picadillo.