1.
Hay por ahí o bien una foto tuya con la cara pintada con corcho quemado para hacer de esclavo en una obra, o bien una con un sombrero de granadero hecho de cartulina.
2.
Jamás de los jamases se te habría ocurrido mirar lo que había en la parte exterior e inferior de tu cajonera. Si tenías que agacharte a recoger algo debajo del banco, cerrabas los ojos para no descubrirlo. Ojos que no ven…
3.
Tus clases de educación física consistían en jugar a cualquier variedad de la mancha hasta más o menos cuarto grado y al handball o volley a partir de quinto.
4.
Las clases de Tecnología, en cambio, eran prácticamente una hora libre para charlar con tus amigos mientras hacías celulares de cajas de té.
5.
Todavía sos un experto en los mundos y niveles del elástico.
6.
Tres palabras: guerras de tiza.
7.
Tenés un trauma porque jamás te eligieron para abanderado ni escolta.
8.
O bien uno porque sí te eligieron y recordás que fue mucho menos emocionante de lo que te imaginabas.
9.
Que vinieran practicantes significaba dos palabras: recreo perpetuo.