1. Dejé de hablar de “la hora pico”.
Me tomó un par de semanas darme cuenta de que la gente me miraba raro cada vez que lo decía, y enseguida me enteré de que a esa hora en la que todo el mundo está en la calle viajando en algún medio de transporte la llaman “hora punta”. Pero averiguando un poquito más supe que aquí la palabra “pico” también tiene un significado distinto y que se la usa para llamar cariñosamente al miembro viril… Me puse colorada como por diez minutos, ¡por todas esas veces que comenté alegremente que prefería evitar la “hora pico”!