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10 costumbres islandesas que sacan de onda a cualquier mexicano

Iceland
by Dann Castillo 1 Jan 2018

1. La gente no tiene apellidos

No en el sentido tradicional, al menos. A diferencia de otros países, los apellidos no pasan de generación en generación, sino que se componen del nombre de pila del padre o de la madre y la terminación “son” (hijo) o “dóttir” (hija). Esto quiere decir que un hermano y una hermana jamás compartirán el mismo apellido. Si ambos son hijos de un sujeto llamado Berg (sí, hay gente llamada Berg), el chico será referido como Bergson y la hija como Bergdóttir.

2. No te puedes poner ingenioso con los nombres

El registro civil islandés es muy estricto y sólo hay 1712 nombres para hombres y 1853 nombres para mujeres aceptados en Islandia. Si algunos padres se quieren poner creativos y llamar a su bebé con un nombre que no se encuentra en la lista, deberán de solicitar la aprobación del Comité de Nombres. Todo esto para preservar el idioma islándico… Y prevenir niños llamados Usnavy o Masiosare, supongo.

3. La policía no carga armas

Islandia es un país tan seguro que la policía tiene muy poco de qué preocuparse. Olviden eso de combatir el crimen, los oficiales islandeses tienen mejores cosas qué hacer, tales como pasear sonrientes por las calles de Reykjavik o actualizar el Instagram del cuartel general con selfies y fotos de perritos. Igualito que en México, ¿verdad?

4. El olor del agua caliente

Tal parece que el agua islandesa es una de las mejores del mundo. Tiene tantos minerales y otras propiedades que será lo más cerca que te encontrarás en tu vida de la fuente de la eterna juventud. Pero todo lo bueno viene con un precio. En este caso, el aromático perfume a huevos podridos que te acompaña cada que tomas un baño caliente o bebes un delicioso té durante el desayuno.

5. Uno de sus platillos típicos es… ¡El tiburón!

Y la ballena también. La buena noticia es que son tan caros que ni siquiera sentirás la tentación de probarlos.

6. Aún creen en elfos y trolls

Los islandeses son tan supersticiosos que a veces deciden mover carreteras o construir casas alrededor de rocas para no molestar a las criaturas fantásticas de la zona. Hace algunos años un grupo de locales protestó cuando se iba a construir una calle nueva cerca de Reykjavik, debido a que, según ellos, iban a destruir una muy importante iglesia de elfos. Pero bueno, el país es tan próspero e igualitario que quizás los trolls tengan algo que ver en ello.

7. Los libros pueden ser los mejores regalos de Navidad

A los islandeses les encanta leer, tanto que durante Nochebuena, es tradición regalarse libros entre ellos y pasar el resto de la velada leyéndolos. La costumbre es tan popular, que recibió el nombre de Jolabokaflod (algo así como “inundación de libros de navidad”). El país es pequeño, pero tiene más escritores, más libros publicados y más libros leídos que el resto del mundo.

8. No existen los clubes de stripers

Y no, no es porque sean mochos. Islandia es uno de los países más feministas en el mundo y los clubes de stripers son mal vistos ya que se considera que exhiben y venden a las mujeres como objetos y fomentan la prostitución. Desde 2010 todos los negocios de este estilo fueron vetados, así que si estás buscando un perfecto destino para una despedida de soltero… quizás quieras tachar a Islandia de la lista.

9. ¡Y tampoco hay McDonald’s!

Por ninguna razón en particular. McDonald’s abrió una franquicia en los noventa, pero nunca pegó. Desde entonces no hay cajitas felices en estas tierras.

10. Los bebés toman siestas a temperaturas bajo cero

Mientras yo me ponía hasta la bata de baño para taparme del frío islandés, los bebés nativos dormían plácidamente en las terrazas de los cafés. Contrario a lo que piensan las madres mexicanas cada que nos mandan a ponernos un suéter, las islandesas opinan que el aire frío es bueno para los niños y los ayuda a mantenerse sanos. ¿A quién le creemos?