Si todavía quedaba alguna duda, Zaragoza es una ciudad de climas extremos, donde solo los más duros sobreviven. Científicos de todo el mundo todavía no se explican cómo existe una población capaz de sobrevivir al cierzo en invierno y a 40ºC a la sombra en verano. Pero no te preocupes: los nativos hemos desarrollado unas cuantas técnicas de supervivencia.
1. Baila la danza del cierzo
Ah, ¿pero eso existe? Pues que yo sepa no, pero habría que crearla. Y es que ese viento siberiano que tanto odiamos en invierno (y en las fiestas del Pilar), nos da la vida cualquier tarde tonta de verano. Porque el cierzo sirve para algo más que para tenernos todo el día despeinados, también se lleva el calor para otro lado.
2. Acude a la playa de Zaragoza
¿Cómo, que en Zaragoza hay playa? Pues sí, además de una gran deuda, la Expo 2008 nos dejó otros legados como las playas de Zaragoza. Situadas en el Parque del Agua, esta playa es una especie de piscina pero con un poquito más de glamour. Eso sí, mira a ver cuándo vas porque hay días que eso parece un plató de Gandía Shore.
3. Visita las playas de Aragón
¿Cómo, que en Aragón hay playa? Geográficamente no, pero culturalmente como si hubiera. Y es que no hay zaragozano que se precie que no tenga algún apartamento propio, o de un amigo o familiar, en las costas de Tarragona. Hasta Salou y Cambrils, todo es Aragón.
4. Báñate en el río Ebro
Bueno, eso mejor no.
5. Échate una pareja soriana
Abre unos cuantos kilómetros el radio de acción de Tinder (o ve allí personalmente, como prefieras) y búscate un pareja soriana. Si usas bien tus artes amatorias, en menos de lo que esperas tendrás casa en la provincia de Soria, un buen lugar para escapar del fuego de la capital maña.
6. Vuelve a llamar a tu “viceprima” la del Pirineo
Sí, ya sé que no la ves desde tu primera comunión, pero esa prima de tu abuela que tantos besos te dio tiene casa en el Pirineo y tú no. Y en el Pirineo Aragonés los veranos son como de otra forma. Así que merece la pena el esfuerzo.
7. Cómete un helado…
… o diecisiete. Vale que el azúcar en exceso no es bueno, pero es que saben tan deliciosos y están tan fresquitos… Además en Zaragoza podemos presumir de muchas de nuestras heladerías y, si no te lo crees, échale un vistazo a esta recopilación que han hecho nuestros amigos de Enjoy Zaragoza.
8. Haz turismo…
… pero sin bajarte del tranvía. Si eres de fuera y has cometido la osadía de venir a visitar nuestra ciudad en agosto, te alegrará saber que nuestros tranvías disponen de aire acondicionado y pasan junto a la mayoría de los puntos de interés turístico. Así que siéntate junto a la ventana y disfruta de la belleza zaragozana, pero al ritmo del tranvía y del aire acondicionado.
9. Enciérrate en casa y pon las noticias
Nadie mejor que la televisión para recordarnos, día sí y día también, que hace mucho calor. Además, Zaragoza solo aparece en las noticias cuando batimos records de temperatura, por lo que seguro que te dará buenos consejos de cómo salir con vida de este “infiernico”.
10. Pero si todo lo demás falla…
… entonces vete de viaje. Tanto en esta página como en Nada Incluido, mi blog de viajes, tienes una larga lista de destinos donde refugiarte del fuego de la capital aragonesa. Eso sí, si vas a salir de Zaragoza, evita pasar mucho tiempo en la Estación Delicias, el único lugar del mundo donde hace peor clima que en la propia ciudad).
Un artículo de Sergio Otegui, responsable de marketing de contenidos en El Fabricante de Nubes.