1. Mafalda.
O esa nena cuyas dudas políticas y existenciales alimentaron tu infancia y tu adolescencia. No importa en qué parte del mundo estés, siempre te la vas a encontrar en alguna librería, en una plaza o en un museo. Y cuando eso te pasa, te encontrás sonriendo solo, hinchado de orgullo.
2. El Papa Francisco.
Aunque lo hayas criticado a morir cuando era simplemente Bergoglio, aunque no creas en la Iglesia, aunque seas protestante, judío, anarquista o ateo… el Papa es el Papa. ¡Y es argentino!