1. Tostilocos y demás asociados
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Una moda que empezó en el norte de México y se extendió como incendio forestal por todo el país y por muchas ciudades de Estados Unidos. Los tostilocos, dorilocos, churritos locos o como sea que les llames, son la apoteosis de la botana atascada e hipercalórica. Los más conservadores pueden optar por la versión austera: tostitos, cacahuates, chamoy, jícamas o pepinos picados, jugo de limón, Valentina y cualquier otra salsa de tu elección. Una vez que tu estómago se acostumbre a esta bomba, puedes ir añadiendo más y más ingredientes. Camarones, carne asada, Clamato, cueritos, mejillones… la imaginación es el límite en el fantástico mundo de los tostilocos.