1. Juzga por la portada.
Si el libro tiene en la tapa la foto de la cara photoshopeada de una chica o chico, de sus abdominales o sus entrepiernas –aunque estén cubiertas por unos jeans –, por amor de Dios, no lo compres. Con certeza va a ser malo y comercial. Estarás perdiendo tu tiempo, tu dinero y, lo que es peor, la oportunidad de leer un libro que sí sea bueno.