El diccionario está lleno de palabras que incluyen antes de la definición, casi a modo de advertencia, la abreviatura poét.: palabras o acepciones que se usan, sí, pero en un contexto muy determinado, el poético o literario. Una especie de «esto existe, pero si lo incluyes en tus conversaciones quizá nadie te entienda». Y esas palabras quedan ahí, olvidadas, relegadas a un uso marginal que las prepara para su casi segura futura extinción. Recuperémoslas. Les daremos una vida más larga y, a cambio, hablaremos más bonito.
1. Undívago
El significado con el que nos ha llegado, ‘que ondea o se mueve como las olas’, ya es muy bonito, pero su origen latino está un nivel por encima en belleza y poeticidad: ‘que vaga por las olas’. Todos somos un poco undívagos cuando nos metemos en el mar un día de verano y dejamos que las olas nos muevan, nos mezan, nos sostengan. Nos convertimos casi en agua y entendemos a Bruce Lee cuando decía que be water, my friend. Existe también undísono: ‘dicho de las aguas: que causan ruido con el movimiento de las ondas’.
2. Sitibundo
El agua del mar no te servirá para esto: estar sitibundo es estar sediento. Con la sal aún pegada a la piel, con los pies llenos de arena y el cuerpo aún meciéndose undívago como si siguiera en el mar, somos ahora como una planta que necesita riego. El cuerpo de los sitibundos recibe el agua como la tierra tras unos días sin lluvia.
3. Algente
Podemos desviarnos del tema y recordar que álgido no siempre significó momento culminante o crítico, sino que en su origen latino (y en su todavía segunda acepción) era simplemente ‘muy frío’. Podemos quedarnos para ese significado con algente, ‘de temperatura fría’, como está la piel al salir del mar.
4. Procela
El bochorno y el cielo de pronto cubierto por nubes negras te permiten adivinar el futuro: una tormenta se acerca o, lo que es lo mismo, una procela.
5. Alígero
Alígero como los pájaros, como los ángeles, como Pegaso y como una modalidad de compresas. Es decir: ‘dotado de alas’. También podemos llamar alígero a alguien que quizá no tenga alas, pero que se mueve tan rápido que lo parece.
6. Perlar
Las perlas en poesía no son esas solicitadas joyas de nácar que producen las ostras. Son mucho más sencillas de obtener: gotas de lluvia, lágrimas. Perlar es cubrir o salpicar algo de gotas de agua, lágrimas.
7. Astrífero
Sería muy fácil decir que el cielo por las noches está perlado, pero más exacto y en mi opinión más bonito llamarlo astrífero: literalmente, ‘estrellado o lleno de estrellas’.
8. Nemoroso
Nemoroso suena a bruma y amor y su significado no hace más que lanzarnos de lleno a ese universo: ‘perteneciente o relativo a los bosques’ en su primera acepción; ‘cubierto de bosques’ en la segunda. No vuelvas a referirte a ese lugar en el que pasaste las vacaciones como verde y boscoso, di que era nemoroso y recréate en cada sílaba.
9. Clivoso
Ese paisaje nemoroso quizá también fuese clivoso, especialmente si el bosque se extendía por la ladera de una montaña. ¿Qué significa? ‘En cuesta’.
10. Nubífero
Ese viento proceloso (sí: ‘tormentoso’) que se levantó cuando salías del mar o mientras paseabas por el bosque posiblemente fuese también un viento nubífero, que trae nubes. Ahora imagina un viento antropomorfo, con su cara y su cuerpo, con la espalda cargada de nubes que suelta en el cielo cuando llega a donde estás tú.
11. Coruscante
Aunque suene a crujiente (curruscante es, dicho de un alimento tostado, ‘que cruje’), coruscante no tiene nada que ver con el sonido, sino con la luz: algo coruscante es algo que brilla, como el cielo astrífero.
12. Mirífico
«¡Esto es mirífico!», puedes exclamar ahora cuando algo te admire y maraville. Porque es eso exactamente: ‘admirable, maravilloso’.
13. Intempesta
Esta es fácil, porque usamos un derivado con bastante frecuencia: «¿qué haces a estas horas intempestivas en la calle?». Intempestivo significa ‘que es o está fuera de hora o sazón’ y solemos usarlo para referirnos a las horas de la noche o de la madrugada. ¿Qué es intempesta? Un adjetivo para hablar de esas horas: ‘dicho de la noche: Muy entrada’. Ese momento en el que deberías estar durmiendo.