1. Las gafas de sol
La luz de Valencia es única, de hecho un filtro de Instagram se llama Valencia como homenaje a nuestro cielo azul. Esa luz te obliga a llevar las gafas de sol siempre preparadas para ser desenfundadas, independientemente de que sea invierno o verano, no puedes vivir sin ellas.
2. Ser el “cariño” de los dependientes
Cariño, teta, mari, corazón, cuqui, perla… las dependientas de las tiendas en Valencia te tratan como si fueran tus amigas de toda la vida. Igual cuando estás en Valencia te parece que se toman demasiadas confianzas, pero cuando te vas, te das cuenta de echas de menos esa cariñosidad.