1. La frialdad se apodera de ti.
Tú que estabas acostumbrado a llamar cariño, perla, rey/reina o con cualquier otro apelativo cariñoso a tus compañeros de trabajo, pasas a llamar a todo el mundo por el nombre de pila o por el apellido. La cariñosidad valenciana no está muy bien vista en la capital del reino.
2. Descubres que el cocido no es más que un puchero.
Su plato más famoso, el cocido madrileño, no es más que nuestro “Puchero” pero con más parafernalia y un babero. Pero no aprovechan la oportunidad para hacer un arroz de puchero con el caldo, o un arroz “rossejat” con las sobras.