Están obsesionadas con que acabes en el calabozo.
Da igual que llegues a las 5 de la mañana o que el viaje sea de 30 minutos ella necesita saber que has llegado sano y salvo a tu destino.
Este consejo lo escucharás aunque vayas de turismo al Pentágono.
No importa que tu destino sea el desierto o la playa más calurosa del mundo que siempre quiere verte abrigado.
Y si el destino es muy exótico insistirá en prepararte comida para llevar.
No entienden que le tienes un cariño inmenso a tu vieja compañera de viaje.
Teniendo en cuenta que cuando viajas todo el mundo es un extraño, es un consejo difícil de cumplir.
Te lo dice como si tú te dejaras picar a propósito.
Cuando estáis en el mismo país podéis pasar semanas sin hablar, pero si sales fuera quiere conocer cada movimiento tuyo.
Si por nuestras madres fuera llevaríamos calzoncillos o braguitas como para vestir a todo un ejército.
Incluso si viajas con un médico y tú no tienes ni idea de usar una tirita, para tu madre el botiquín te puede salvar la vida.
Tu madre se preocupa por tu reputación.
Porque tu madre siempre te quiere ver limpio y perfumado.
Ya sabes que en boca cerrada no entran moscas.
Aunque en realidad les encanta que les lleves algo.