7. No eres cliente frecuente en ningún puesto de memelas.
8. No sabes qué día es de qué garnachas cerca de tu casa (por ejemplo, yo no tengo cerca dónde cenar molotes los jueves 😫).
9. Si llegas a ir a La Pasita, solo pides la clásica pasita y ni consideras a las otras bebidas que ofrecen, como fantasma, sangre de brujas, o su rico rompope.
10. Nunca te has acabado en una sentada: una tostada, una pelona y un molotito.
11. Cuando comes una cemita se te desbarata toda.
12. Nunca te atreves a pedir esa segunda torta de milanesa con queso en El Rayito porque “no te vaya a caer pesado”.
13. No has ido de Puebla a Atlixco solo por un helado/nieve del zócalo.
14. No sabes que lo único que tienen en común los molotes de las ciudades y los molotes de los pueblos es el nombre.
15. No se te hace agua la boca al pensar en una torta de chalupa.
16. Nunca has pedido un taco placero en un puesto de memelas (porque apenas te vas enterando que puedes).
17. Nunca has acompañado tus sagrados alimentos con alguna de las tantas cervezas artesanales poblanas.
18. Crees que el restaurante favorito de todos los poblanos vegetarianos y veganos tiene nombre de verdura naranja. No conoces opciones más chidas, como: Recaudo o El Árbol taquería vegetariana.
19. Crees que El Balcón es un lugar para fumar… y no sabes que es un restaurante del centro que desde hace muchas generaciones es un lugar súper frecuentado por los que sí saben de auténticas cenas poblanas en familia.
20. No se te hace coherente que un adulto en su sano juicio vacíe sus esquites dentro de una bolsa de Ruffles o Doritos.
21. Crees que tu tía hace los mejores chilaquiles del mundo porque evidentemente nunca has probado los de La Florecita en el centro. 