1. Un día, el termo del mate… aparece debajo de tu brazo.
Al principio pasa dentro de tu casa: de tomar mate sentado pasás a tomar mate parado y con el termo debajo del brazo, casi abrazándolo. Hasta que, de repente, te encontrás en la vereda, con el termo debajo del sobaco izquierdo y el mate en la mano derecha, mientras charlás con la vecina. Y te das cuenta de que ya es una prenda más (como los championes), cuando te vas a la parada de ómnibus tomando mate. Si, cebando y tomando con el termo en el sobaco izquierdo y el mate TAMBIÉN en la mano izquierda. Ahí ya desarrollaste un sincronismo y balanceo casi digno de un nuevo tipo de yoga: el charrúa.