Retrato sonrisa

8 cosas que debes saber antes de hacerte amigo de un tapatío

Guadalajara
by Dann Castillo 8 Dec 2017

1. Puede que nosotros no, pero nuestras familias seguro son mochas

Siempre se ha sabido que la gente de Guadalajara es muy religiosa (para ejemplo, ahí tienen la marcha en contra de la escultura “Sincretismo”). Y, aunque es verdad que las nuevas generaciones nos hemos separado un poco del alcance de la iglesia, lo cierto es que nuestras familias aún nos arrastran a misa cada domingo por la tarde. Todos tenemos al menos alguna abuelita que vive pegada al rosario o una o dos tías copetonas que piden por nosotros en el novenario.

 

2. Vas a aprender lo que es la vitamina T

Tacos de barbacoa, tortas ahogadas, tejuino con nieve de limón… tú elige. A los tapatíos nos encanta la comida. Somos gusgueros por naturaleza y si no sabemos preparar el platillo, seguro sabemos cuál es el mejor puestito callejero de la región y hasta conocemos a la señora del comal que nos hace descuento cada que llevamos un nuevo amigo a cenar.

 

3. Hablamos cantadito

¿Qué puede ser más bonito que hablar como si estuvieras cantando? Aunque otros acentos en el país tienen su encanto, hay algo particularmente atrayente en la forma en la que los tapatíos decimos nuestro clásico “sabeeeee”.

 

4. Nos encanta andar de socialités

Reuniones familiares, fiestas, inauguraciones… ¡También somos increíbles anfitriones! Todo con tal de ponernos el vestido nuevo o, si tenemos suerte, hasta salir en las páginas de Quién. Si somos completamente honestos, los tapatíos nos inclinamos un poco por la pretensión social, así que mientras mejor nos veamos ante los ojos de los demás, más felices somos.

 

5. Somos súper familiares

¡Y cuidado donde no le caigas bien a nuestra mamá! La aprobación parental es indispensable para pertenecer al círculo de amistad de un tapatío, pero una vez que logras entrar, ¡prácticamente te vuelves parte de la familia! No te sorprendas si en algún punto comienzas a llamar “tíos” a los padres de tu amigo o si entras y sales de su casa como si fuera tuya.

 

6. Somos sentiditos

A nosotros nos gusta que nos hablen bonito. Ir el grano no va con la filosofía tapatía, por lo que nos tienen que adornar las frases. ¡No vaya a ser que nos ofendamos! Y nunca, nunca, nunca, decimos que no directamente. ¿Raro?, quizás, ¿poco práctico?, definitivamente, pero a los tapatíos no hay que descifrarnos, hay que querernos como somos.

 

7. Vas a enriquecer tu léxico

Pichar, cura, arre… el slang tapatío es increíblemente extenso. Pronto aprenderás que en Guadalajara no llueve, chispea, y que los tapatíos tampoco necesitamos nada, sino que lo ocupamos. Oh, además, por acá todos somos “mijos” y “mijas” de todo el mundo.

 

8. Somos súper detallistas

Nunca he visto a nadie invertir más tiempo en los regalitos de mes que a las novias tapatías. Y nada se compara con la devoción con la que las abuelas cocinan por horas para la comida del domingo con sus nietos. Aunque muchas personas de otros estados opinan que somos cerrados en nuestros círculos sociales, la verdad es que una vez que un tapatío te llama “amigo”, te espera una amistad incondicional y duradera.