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8 Cosas que debes saber antes de hacerte amigo de un sinaloense

Sinaloa
by Dámaris con Acento 15 Aug 2017

1. No hay acento que se resista al poder de Sinaloa

Sea del lugar que seas, hables el idioma que hables, vas a acabar adoptando ese acento golpeado y cantarín tan característico. Y antes de lo que te imagines, cambiarás el “chido” por “chilo” y comenzarás a hablarle a tus amigos de “morros” o “plebes”.

 

2. Ladramos pero no mordemos

Somos sinceros, directos, malhablados y no nos andamos con cuentos ni medias tintas. Esto puede intimidar un poco a quien ha crecido en el centro del país y está acostumbrado a que le endulcen el oído, lo que rara vez pasa en Sinaloa. Aquí las cosas suelen ser “al chile”. Eso sí, en poco tiempo verás las ventajas de decir lo que uno piensa sin filtro y se te hará más sencillo el trato con los demás.

 

3. Vas a desarrollar gustos musicales inesperados

¿Odias la música de Banda? Pues prepárate, porque tener un amigo sinaloense es sinónimo de acabar cantando a todo pulmón los éxitos de La MS, El Recodo y La Arrolladora. Con o sin unas cuantas cervezas encima.

 

4. Comenzarás a dominar el arte de la carrilla

Y cuando menos te lo esperes estarás juzgando a otros de “jarrito de tlaquepaque”.

 

5. Aprenderás que la vida debe ser más relajada

¿Te has dado cuenta de la tranquilidad y el valemadrismo con el que viven los sinaloenses? Pues es muy contagioso. No te sorprendas si de pronto descubres que las cosas que antes te preocupaban ahora no tienen tanta importancia. Porque no hay mal que no se cure con unos marisquitos y unas cervezas bien frías.

 

6. Escucharás de viva voz, cómo la realidad supera la ficción

Como ya había mencionado anteriormente, la familia sinaloense es pura telenovela. Aunque la gente joven suele ser alivianada y despreocupada en muchos aspectos, el drama familiar forma parte de sus vidas y lo llevan en la sangre. A los sinaloenses nos gusta contar historias, así que pronto te enterarás de la increíble y triste historia del marido de la tía, del primo al que casi le cae un rayo encima y de los aparecidos del pueblo. Como si hubiera salido de una novela de Gabriel García Márquez, Sinaloa es puro realismo mágico.

 

7. Tu paladar conocerá nuevos horizontes

Desde los antojitos repletos de chamoy de Navolato, tostilocos, tostiesquites, mangoneadas, tamales cremosos de elote, pan de mujer, coricos, raspados de naranjita, arrayanes con chile, mariscos para todos los gustos y una carne asada casi tan buena como la sonorense (sorry… pero es la neta). Tú déjate llevar y aventúrate a probar las innovaciones gastronómicas de Sinaloa, son incontables e increíbles.

 

8. Tendrás un amigo en las buenas, en las malas y para siempre

Cuando los sinaloenses entablamos una amistad profunda, somos fieles, serviciales y estaremos ahí para ti sin importar las circunstancias. Y eso es invaluable.