1. Un verdadero hospicio
El hospicio comenzó su construcción a principios del siglo XIX, cuando el Obispo Juan Cruz Ruiz de Cabañas decidió fundar un albergue para niños huérfanos y desamparados. Aunque abrió sus puertas en 1810, el edificio tardó casi 100 años en ser construido y al principio se le llamó “La Casa de Caridad y Misericordia”.