3000 años antes de la llegada de los europeos al continente americano, los nativos rendían ya culto a los muertos. La muerte era considerada una deidad que se manifestaba como contraparte necesaria de la vida, y era venerada y respetada.
Las culturas prehispánicas siempre procuraron comunicarse con sus muertos, y fue así que crearon diferentes tipos de altares en los que depositaban ofrendas de aquello que al fallecido le había gustado en vida, para que este viniera de regreso por un momento y pudiera recordar cómo era estar vivo.
Cuando llegaron los españoles, los altares de muertos se sincretizaron por la influencia de la religión católica y se añadieron nuevos elementos, como cruces, sal y veladoras. La esencia del altar de muertos prehispánico, sin embargo, se conserva intacta, exhibiendo los elementos más antiguos como predominantes. Aquí te muestro algunos elementos originales del altar de muertos prehispánico.