Repuestito
Decimos que alguien se ve repuesto —o repuestito, para hacer más llevadero el comentario— cuando le ha entrado con ganas a la garnacha y toda su ropa se ve a punto de dar el botonazo. Adjetivo muy socorrido por tus tías y otros miembros criticones de tu familia a los que no ves muy seguido. El eufemismo no oculta la verdad detrás de este juicio y si en la última comida familiar recibiste este comentario en más de una ocasión, probablemente sea buena idea comenzar a pedir tus tacos con una sola tortilla.