Ya sea por diversión, entretenimiento o como una forma de relajación, seguramente todos hemos armado un rompecabezas alguna vez. Cuando niños, armabamos algunos con piezas grandes con temáticas infantiles: se recomienda para lo niños de 2 a 3 años armar uno entre cuatro y doce piezas; de 3 a 4 años, 22 piezas; y para la edad de 4 a 5 años, de entre 22 a 48 piezas. Conforme vamos creciendo, podemos disfrutar este emocionante reto con mayor cantidad de piezas, tamaños, diferentes temáticas y formas. Lo mejor es que son totalmente heredables, y al completarlos nos generan emoción y satisfacción.
El primer rompecabezas se lo debemos al creador de mapas John Spilsbury que, en el año 1760 y sin querer, creó una de las herramientas que más desarrollan nuestras habilidades cognitivas: montó un mapa de Europa sobre un trozo de madera para que fuera más sencillo aprender cada uno de los territorios.
Actualmente, el rompecabezas se ha vuelto una herramienta terapéutica, pedagógica, y de entretenimiento para toda la familia. Desde hace 15 años se celebra, cada 29 de enero, el Día Internacional del Rompecabezas. Expertos en diferentes áreas coinciden en que armarlos trae diversos beneficios, y aquí te cuento sobre algunos.
Armar rompecabezas desarrolla la capacidad lógica y el ingenio, ya que quien lo arma debe crear diferentes estrategias para reconstruir todo el conjunto. También se aprende a solucionar problemas.
También trabajarás la motricidad fina de los dedos a través de la manipulación de las piezas y de los movimientos de pinzado.
Contribuye en la resolución de problemas y desarrolla la capacidad de tolerancia. Construir un rompecabezas pone a prueba tu lógica y tu paciencia.
Los rompecabezas requieren de tiempo. Cuando tengas que separar las piezas de la orilla y por colores, ahí empieza esta aventura. Armar rompecabezas puede ayudar a los niños con déficit de atención a mejorar su desempeño.
Ejercita también su memoria visual, puesto que deben tener un esquema previo de cómo era el rompecabezas y recordar en qué lugar tienen que colocar cada pieza. Es un juego que estimula su inteligencia espacial y a mantener despierto el interés de llegar al final.
Se puede jugar tanto en solitario como con varias personas, entre amigos o en familia. Además, no tiene idioma ya que de lo que se trata es de reconstruir una imagen. Mejora tu capacidad de observación, análisis, concentración y atención.
¿Qué tal hacerle masajito a tu cerebro relajándose armando un rompecabezas ejercitando los dos hemisferios cerebrales? Hay rompecabezas gigantes, mira estos:
No olvides que puedes mandar hacer rompecabezas con imágenes que sean importantes para ti, por ejemplo:
¡Ahora ya sabes otra actividad para aprovechar tu tiempo libre en casa!