1. Club gimnasio Chacabuco (Miró 750, Parque Chacabuco)
El Club gimnasio Chacabuco es un club de barrio -de esos que están en extinción- que tiene una cantina en la que las paneras son de plástico y donde, si pedís soda, te la traen en sifón. La comida es tan casera que si elegís lasagna al horno de barro -el plato más recomendado y especialidad de la casa- demora 50 minutos porque se prepara todo en el momento. Llega a la mesa en la misma cazuela en la que se cocinó y con burbujas de queso explotando en la superficie como un volcán en erupción.