Atrasa tu reloj interno o guíate por la hora solar (España tiene una zona horaria equivocada). Así no te costará comer a las 2 (porque es la 1) o cenar a las 9 (porque son las 8). Cuando tengas esta parte dominada, ve una hora más allá para alcanzar la perfección.
Introduce las sobremesas en tu vida hasta ser capaz de enlazar comida-café-merienda-cena sin levantarte nada más que para ir al baño.
Si tienes menos de 35 años, vuelve a casa de tus padres. Si no quieres desindependizarte, come con ellos por lo menos una vez a la semana.
Deja clara tu opinión sobre Podemos (¿son la salvación del país o convertirán a España en una dictadura comunista?) y Cataluña (¿España se rompe o si se quieren ir que se vayan?) en conversaciones en la parada del autobús, con taxistas, entre amigos y en reuniones familiares. Saber de lo que hablas no es estrictamente necesario.
Domina el arte de arreglar el mundo. A altas horas de la madrugada y tras unas cañas funciona mejor.
Estudia el calendario laboral de este año, apréndete los festivos y lucha en el trabajo por quedarte con los mejores puentes.
Reduce tu espacio vital hasta que sea casi inexistente. Besa en las mejillas a desconocidos (si eres hombre, ¡solo a las mujeres!), toca a la gente con la que estás hablando, abraza sin pudor.
Mira fotos de Montoro hasta que pensar en Hacienda te cause escalofríos y ataques de pánico.
Instala persianas en tu casa.
Repite estas frases hasta que seas capaz de introducirlas con naturalidad en cualquier conversación y combinarlas sin notar sus contradicciones:
a) «Esto en Europa no pasa».
b) «La culpa es de la Merkel«.
c) «En España como en ningún sitio» (con sus variantes: «como la comida española, ninguna»; «como la noche española, ninguna»; etc).
Haz el ciclo completo en bares (no tiene que ser el mismo día) hasta entender que puedes desayunar, tomar el café de media mañana, tomar el aperitivo, comer, merendar, cenar y tomar una copa en este tipo de establecimientos.
Aprende a ver la puntualidad como un concepto relativo y queda “sobre las diez y pico” sin ponerte nervioso.
Practica el calentamiento de silla alargando tu jornada laboral hasta donde pide tu jefe, pero reduciendo tu productividad todo lo posible.
Entrena hasta ser capaz de bailar una noche completa desde las 2 hasta las 8 de la mañana.
Eleva varios decibelios el volumen de tu voz. Si tu interlocutor no habla castellano, habla despacio y todavía más alto y da por hecho que te va a entender.
Sal de cañas con amigos entre semana y disfruta del tiempo libre.
Escoge una región para que sea la tuya, enfádate cuando hablan de ella usando tópicos y habla del resto haciendo exactamente lo mismo.
Aplaude cada vez que el avión en el que viajas aterrice sin incidentes.
Pide a una madre que te enseñe a hacer tortilla de patatas y aprende a hacerla casi tan bien como ella (aceptando que nunca alcanzarás ese grado de perfección).
Relájate, ríete a carcajadas y disfruta de la vida.