1.
Hazte preguntas sin parar hasta que entiendas que el mundo es relativo y ya no seas capaz de contestar directamente a nada sin pedir más información.
2.
Quéjate de la lluvia, echa de menos la lluvia, quéjate del calor, mira al cielo esperando a que abra en las mañanas grises de verano.
3.
Inhala gas radón hasta que notes que al salir de Galicia te invade la morriña.