Invéntate nuestro gentilicio.
Hemos oído de todo: salamanqueses, salamanquinos, … ¡No es tan difícil! Somos salmantinos, helmánticos o charros.
Pregunta por la “rana” en vez de por la fachada de la Universidad.
Es como si en Sevilla te preguntaran por el Giraldillo en vez de por la catedral. Con lo bonita que es la fachada, ¿de verdad solo te interesa la anécdota?