Dinos que hablamos mal.
Lo primero que hay que aclarar es que no escribimos como hablamos. Escribimos como tú, vecino del norte. Y decía Torrente Ballester que hasta mejor. Según un anuncio de cerveza hablamos “un castellano entre amigos”, pero nuestra gramática es tan correcta como la vuestra. ¿La diferencia? Usamos esa figura que a veces defiende la RAE de la economía lingüística, y por ello nos comemos algunas eses finales y seseamos, como lo hacen muchos de nuestros hermanos americanos. Y eso no significa que hablen mal, solo distinto.
Antes de afirmar que somos unos paletos, recuerda que en el colegio leíste a muchos de nuestros paisanos: Gustavo Adolfo Bécquer, Luis Cernuda, Antonio Machado… Tenemos hasta un Premio Nobel de Literatura que quizá te suene y que responde al nombre de Vicente Aleixandre, y fue en el Ateneo de Sevilla donde se reunió por primera vez la Generación del 27. ¿Quién habla mal ahora?