Vas a escuchar claramente el enojo: ¡Me importa un carajo! La verdad es que eres un cretino. ¡Y qué sorete! ¡Te mataría con mis propias manos! ¡Anda a cagar! Vaffanculo!
Y también vas a ver el enojo. En las manos y en los ojos. Manos que se sacuden, las puntas de los dedos que rasguñan el mentón y los pulgares rastrillando la garganta. Las palmas palmean los bíceps. Los dedos índice y pulgar formar letras “ele”, se plantan sobre las caderas e indican el tamaño que alcanzará tu culo luego de la patada que vas a recibir.
A veces es difícil diferenciar si un italiano está muy enojado contigo o si, en realidad, está feliz de verte. Aquí, una guía de como poner incazzato a un italiano.