1. Cuidado al cruzar fronteras
Después de dos años de viajar sola por Europa, me he dado cuenta de que todo el mundo ama a los mexicanos… excepto los agentes migratorios. Todo es risa y diversión en el aeropuerto hasta que alguien ve tu pasaporte.
Hay pocas formas de luchar contra la discriminación aduanal y el resultado de tu encuentro depende en gran parte del humor del agente que haga tu revisión, pero para evitarte problemas, mejor llega con un itinerario muy claro, un buen presupuesto en tu cuenta de banco y —muy recomendable— un boleto de regreso. Tampoco olvides permanecer tranquila y segura de ti misma. A veces los nervios traicionan, pero eso sólo hará que los oficiales se pongan más recelosos, así que, ¡respira!