Lo que significa ser una reina.
Debo admitir que mi primera reacción ante tanto “reina, esto”, “reina, lo otro”, fue de extrañez. Me preguntaba ¿Es que no se acuerdan de mi nombre? ¿Se estarán burlando de algo?. Luego lo escuché no solo de mis amigas, sino también de vendedoras en la calle. Y me empezó a gustar esto del tratamiento protocolar aún sin tener coronitas. Mucho después… caí en la cuenta de que por supuesto que todas somos reinas. Somos reinas porque somos soberanas de un territorio: nuestro propio cuerpo (en este razonamiento también me ayudó un libro budista, pero esa es otra historia). Y si decidimos estar con alguien más, será con otro soberano o soberana de su propio cuerpo, en condición de igualdad. Así que ahora cuando me dicen reina, me doy vuelta.