1. Caminar rápido
Parece que siempre vamos apurados, no lo podemos evitar. Aceleramos el paso para llegar a la taquilla del estacionamiento antes que se nos haga la colita para pagar, para que no nos deje el ascensor, para que el metro no se vaya, para cruzar la calle. Por eso, cuando vamos a otra región del país nos reconocen porque dicen que vamos por ahí muy agitados.