1. Tuve que eliminar el particular PO de mi vocabulario.
Muchos países latinoamericanos tienen la costumbre de finalizar sus frases con alguna palabra en particular. En Chile, utilizamos a diario el singular “Po”, que enfatiza nuestras respuestas. Por ejemplo: “¿vas a ir a la fiesta está noche?”, “Sipo”. En cambio en Argentina, termino mis frases con un sí o no, ya me olvide de aquel particular “Sipo”.