1. Te llamamos “negro” o “negrito”.
Esto es algo que estremece a cualquier foráneo, sin embargo en nuestro país no es ninguna ofensa… ¡ni siquiera es una apreciación racial! “Negrito” se dice para demostrar cariño. Es muy común escuchar en las calles cosas como “negrito lindo” o “negro bello” para referirse a otras personas independientemente de su color de piel, y sin que nadie resulte ofendido por ello.