No es que sea necesario decir que en Galicia se come muy bien o que si todo está tan rico es porque la materia prima es de calidad. Ya lo sabemos todos. Por eso no es una sorpresa que tengamos muchísimos productos cuya calidad ha sido reconocida oficialmente con un sello. Apúntalos todos para ir haciendo un bingo cuando vengas por aquí.
Los 24 productos gallegos con denominación de origen que debes probar
1. Castaña de Galicia
La castaña es una parte muy importante de Galicia, tanto a nivel paisajístico (es una especie autóctona) como cultural. En los meses de otoño, especialmente en los días que rodean San Martiño (11 de noviembre), la región se llena de magostos, fiestas en las que se asan y comen castañas. También se pueden cocer, comer crudas (tan duras y tan ricas) o incluso se hace harina con ellas. Por supuesto, en las ciudades no faltan las castiñeiras, normalmente señoras que venden castañas asadas en cucuruchos de papel de periódico.
2. Faba de Lourenzá
Estas fabas o alubias las encontrarás casi siempre que te tomes un caldo gallego, dando una textura especial a esa cucharada en la que te toque, pero en realidad en cuanto te empiezas a fijar verás que son habituales en muchos platos. Se aprecian mucho por lo bien que absorben el agua y son buenas si tienes el colesterol alto (y si no, también). Se produce en la Mariña Luguesa y se cultiva por lo menos desde el año 5.000 a. de C.
3. Grelos de Galicia
Ah, los grelos, eso que todos los gallegos echamos de menos fuera porque nadie parece saber lo que son. Se produce en toda Galicia y son protagonistas de uno de nuestros platos estrella, el lacón con grelos. También se pueden comer en empanada, en revuelto, o simplemente como acompañante de verdura a cualquier plato. Su sabor algo amargo no es para todos los paladares, pero si se le da una oportunidad, no decepciona.
4. Lacón gallego
Cómo no, después de los grelos toca hablar de lacón. Se obtiene de las extremidades delanteras del cerdo, pero no de cualquier cerdo: según el Consejo Regulador, solo los cebados —y no verracos ni cerdas reproductoras— de las razas Celta, Large White, Landrace, Duroc y sus cruces. El clásico lacón con grelos es especialmente habitual en la cena de Nochebuena o el domingo de Carnaval.
5. Miel de Galicia
Hay muchas mieles: de eucalipto, de castiñeiero, de queiroga y de silva. La apicultura, cuenta Gastronomía de Galicia, era muy popular en Galicia antes de la llegada del azúcar (a mediados del siglo XVIII había más de 350.000 colmenas tradicionales), aunque su producción era estacional.
6. Pan de Cea
No voy a ser yo quien os diga que el pan gallego es el mejor del mundo, venid y probadlo. Tenemos también pan malo, claro, pero si vas a una panadería buena y escoges una variedad tradicional, sentirás que estás en el cielo. Uno de ellos, el pan de Cea, es tan bueno que está protegido: es pan de harina de trigo que se hace de forma artesanal y se cuece en hornos de piedra granítica. Tiene hasta su propia fiesta gastronómica, en julio en San Cristovo de Cea (Ourense).
7. Patata de Galicia
Hubo que esperar a que trajeran la patata de América, pero la hicimos nuestra, tan nuestra como las castañas o los grelos. Se empezó a cultivar en Galicia de forma generalizada en el siglo XVIII, especialmente por Lugo. La patata gallega protegida por la IDP es la de Bergantiños, Tera Chá-A Mariña, Lemos y A Limia. La encontrarás en muchísimos platos típicos, normalmente cocida y en cachelos.
8. Pemento da Arnoia
Estos pimientos verdes (los que se recogen ya rojos no entran en la IDP) crecen en A Arnoia y Meréns (ya en A Cortegada) y se pueden usar para cualquier plato al que quieras añadir un pimiento. Se cultiva en Arnoia solo desde principios del siglo XX, pero enseguida se convirtió en un producto básico entre los agricultores de la zona.
9. Pemento do Couto
Más pimientos, estos pequeños y muy similares a los famosos pimientos de Padrón, pero con una característica que gustará a los que temen la incertidumbre de lo de uns pican e outros non: no pican nunca.
10. Tarta de Santiago
Sabemos que ya en el siglo XVI se preparaba en Santiago este bizcocho de almendra, que gracias al Camino de Santiago es popular y conocido fuera de Galicia. La cruz no se añadió hasta 1924, cuando la Casa Mora empezó a hacerlo, y ahora es un elemento básico para reconocer esta tarta.
11. Ternera gallega
No vale cualquier ternera nacida y criada en Galicia, no. Para tener el sello oficial de calidad, la ternera debe ser de rubia gallega, las razas de morenas del noroeste y otras que se usan tradicionalmente en Galicia para carne. Luego esa carne la puedes tomar como quieras (asada, guisada, frita, en hamburguesa…) y, si está bien preparada, te hará salivar solo con verla y olerla y exclamar «Galicia calidade!» al hincarle el diente.
Productos con Denominación de Origen Protegida (DOP)
12. Mejillón de Galicia
Nuestras rías (especialmente las baixas) están llenas de bateas precisamente para hacernos con ellos. Como casi todo en la cocina gallega, los mejillones pueden prepararse de la forma más sencilla, al vapor, o con recetas más elaboradas. Mi humildísima opinión es siempre que menos es más, pero si vienes por aquí aprovecha y prueba todas las opciones de comer mejillón de Galicia que encuentres y así comparas.
13. Pemento de Herbón
El tradicional y famosísimo pimiento de Padrón. ¿Por qué la marca es Herbón y no Padrón? Porque Herbón es la parroquia (en Padrón) en la que está el monasterio que se supone que empezó a cultivar estos pimientos cuando llegaron de América. La característica más conocida de los pimientos de Herbón es que unos pican y otros no (pero los que pican lo hacen de forma soportable para nuestros paladares, ya que en la selección del producto se eliminan los pimientos hiperpicantes). La forma clásica de prepararlos es freírlos en aceite abundante y luego servirlos con sal gorda y aceitito en el plato para mojar el pan.
14. Queixo de Tetilla
¿Hay algo más rico que un postre de tetilla con membrillo? ¿Una empanada de tetilla y grelos, quizá? ¿O tomar el queso simplemente con un trozo de pan? Lo que quieras, en realidad, el queso de tetilla, tan suave y tan delicioso, nunca decepciona. Aunque se produce en toda Galicia, su origen está en la zona del sur de la provincia de A Coruña y el norte de Pontevedra.
15. Queixo Arzúa-Ulloa
Como la tetilla, el queso de Arzúa-Ulloa también es muy popular como postre, acompañado de membrillo. También queda muy rico en ensaladas (pasé por una época en la que se lo echaba a todas) y con cualquier cosa a la que creas que le va a quedar bien un queso suave, fresco y cremoso.
16. Queixo do Cebreiro
Es fácil de reconocer porque su forma recuerda a un gorro de cocinero. El reconocimiento como DOP le vino muy bien, ya que, como cuentan en la web oficial, en 1989 estaba a punto de desaparecer. Se produce en la zona oriental de Lugo. Es algo ácido pero también bastante suave.
17. Queixo San Simón da costa
Su sabor ahumado hace que sea inconfundible en cuanto lo pruebas. El queso de San Simón, posiblemente el queso más antiguo de Galicia, se produce en la zona de Terra Chá en Lugo y se dice que los celtas ya lo comían (y que a los romanos les gustó tanto que lo enviaban a Roma). No nos sorprende nada.
18. Bebidas espirituosas con Indicación Geográfica
Nuestros famosos licores lo son por algo, y cuatro de ellos tienen la Indicación Geográfica. Son el orujo de Galicia (o augardente de Galicia), con el que se hace la queimada; el aguardiente de hierbas de Galicia, en el que se usan por lo menos tres especies de plantas (menta, manzanilla, hierbaluisa, romero, fiúncho…); el licor de hierbas de Galicia y, por supuestísimo, el licor café. No nos faltan elixires mágicos con los que ver meigas y trasgos.
Vinos
19. Monterrei
Al sur de la provincia de Ourense, el valle del río Támega, con su suelo profundo de sedimientos muy antiguos, está lleno de viñedos de los que sale el vino de la D.O. de Monterrei. Vinos con uvas de godello, dona branca, treixadura, mencía, merenzao, albariño, branca de Monterrei, caíño branco, loureira, araúxa, caíño tinto y sousón.
20. Rías Baixas
En la costa de las Rías Baixas, con sus altitudes normalmente inferiores a los 300 metros y cercanas a las desembocaduras de los ríos y clima suave, se produce el vino de esta denominación de origen. Los viñedos se extienden por 2.700 hectáreas y porducen varios tipos de vino: Rías Baixas Albariño, Rías Baixas Condado de Tea (con albariño y treixadura), Rías Baixas Rosal (albariño y loureira), Rías Baixas Val do Salnés (albariño)… En la página oficial de Gastronomía de Galicia explican que estos vinos, producidos a la orilla del mar, casan muy bien con pescados y mariscos.
21. Ribeira Sacra
Los romanos llamaban a los vinos que ya producían ellos en la zona oro líquido del Sil, y las cosas no han cambiado mucho. Sus viñedos crecen gracias a la orientación sur de las laderas en las que están y el microclima de la zona. Debido a lo empinado de esas laderas, a las orillas de los ríos Sil y Miño al sur de Lugo y al norte de Ourense, el acceso de maquinaria es complicado y a la producción se le llama “viticultura heroica”. Sus vinos usan uvas loureira, treixadura, godello, dona branca, albariño, torrontés, mencía, brancellao merenzao, sousón, caíño tinto y tempranillo.
22. Ribeiro
Los viñedos de Ribeiro también crecen en una orografía complicada en valles de ríos (el Miño, el Avia, el Arnoia y el Barbantiño), que se salva a base de socalcos (bancales). Gracias a las barreras formadas por montañas, la zona no es especialmente lluviosa y el clima templado y húmedo. La combinación de las uvas clásicas de los vinos gallegos (treixadura, torrontés, loureira, caíño tinto, brancellao, sousón) logra aromas afrutados y florales muy originales.
23. Valdeorras
También en Ourense y también al amparo del río Sil, los viñedos de la DO Valdeorras crecenen suelos pizarrosos a unos 500 metros de altitud. Sus vinos son principalmente de godello y mencía, pero también los hay con loureira, treixadura, dona branca, albariño, torrontés, lado, tempranillo, brancellao, merenzao, sousón, caíño tinto, espadeiro y ferrón.
24. Viños da Terra
Viños da Terra es una etiqueta bajo la que se engloban varias denominaciones de calidad pero pequeñas: poca extensión y pocas bodegas. Son los vinos de Barbanza e Iria, Betanzos y Val do Miño-Ourense.