1. Hacer la cobra
Se trata de la actitud temida por todos los enamorados, que la película española Pagafantas explica muy bien. El motivo del temor no es que la otra persona ataque… ni no más bien, que se defienda. Imagina que te gusta alguien y reúnes el valor de robarle un beso, pero la otra persona reacciona con un movimiento de cuello serpenteante que, finalmente, evita que ese beso llegue a su destino. Después de que te hagan la cobra, encontrarás tu orgullo, muy probablemente, reptando por el suelo.