El Perú es un destino favorito entre los amantes del buen comer (o viajeros gastronómicos), que llegan al país atraídos por la justa fama de nuestra cocina, en la que se mezclan de manera tan creativa y sabrosa lo prehispánico y la fusión. Además, algunos de nuestros restaurantes han alcanzado los primeros puestos en certámenes internacionales, lo que contribuye al prestigio de la gastronomía peruana.
Nueve errores que cometen los viajeros gastronómicos cuando visitan el Perú
He decidido escribir esta lista de consejos para que aquellos viajeros que quieran conocer el ADN de nuestra comida puedan hacerlo durante el tiempo limitado del que disponen, empezando por los sabores más tradicionales y pasando de a poco a las propuestas de fusión. Aquí les enumero los errores más comunes que los visitantes suelen cometer… ¡y les cuento cómo subsanarlos!
No visitar los mercados principales de las ciudades.
Para conocer los productos de la zona, es muy importante hacer el recorrido por los mercados, pues es ahí donde se ve la oferta y la demanda de los principales ingredientes. La idea es comprar lo que no van a encontrar en otros lares, y sin los cuales no sería posible hacer un plato peruano. Aji amarillo, aji panca, rocoto, limón criollo y tubérculos como la oca, la papas nativas o el chuño. ¡Vayan, prueben, pregunten, conversen con los vendedores y dénse una idea del banquete que les espera!
Desayunar en el hotel o en una cafetería internacional…
Si visitan el Perú, no se pueden privar de los desayunos criollos, esos que se encuentran en el mercado, en la juguería o en la panadería, y que resultan tan contundentes que no dejan espacio para el almuerzo. Lo mejor es que se aplica la ley de la “yapa” (aumento de porción) o del “bien taypa” (bien servido).
Un típico desayuno criollo en Lima consta de panes con chicharrón, camotes fritos, zarza criolla y el café bien caliente. O los típicos tamales con zarza criolla más pan y jugo de papaya. Para los que buscan algo más ligero, son ideales los jugos surtidos que se venden en los mercados, la famosa quinua con maca o el emoliente de las carretillas de esquina, donde también se ofrece pan con torreja o pan con huevo revuelto. Todo esto varía de acuerdo a las ciudades que se vaya a visitar y al presupuesto del que se disponga.
Ir a restaurantes cinco tenedores antes de haber visitado los restaurantes más típicos y sencillos (huariques).
No tengo nada en contra de los restaurantes creativos que están de moda y que tienen un ticket promedio alto, pero creo que si alguien quiere conocer la cocina de mi tierra debe probar primero lo que come el pueblo. El menú diario de los peruanos siempre se ha caracterizado por ser sabroso y contundente.
Insisto, no es que tenga nada en contra de los cinco tenedores, pero antes de probar un ceviche moderno, es necesario probar el ceviche de carretilla, el que se sirve en los huariques del muelle o el de las cevicherías de barrio, solo así podrán entender el resto de variantes.
También recomiendo visitar los restaurantes regionales, aquellos que representan un rincón del Perú dentro de Lima. Es un tipo de propuesta interesante para los que sólo van a visitar dos o tres departamentos del Perú, pero que tienen ganas de probar de todo.
Visitar locales nocturnos y discotecas y no ir a un bar pisquero.
El destilado bandera del Perú es el pisco, un producto que está recorriendo los mejores bares del mundo. Es por eso que el plan nocturno debe empezar por una visita a los bares de culto, aquellos que mantienen la tradición de la cultura peruana, resaltando la coctelería pisquera. De ahí destacan recetas como el famoso pisco sour o el chilcano, así como los diferentes macerados de frutas o hierbas.
Te recomiendo visitar Huaringas Bar, Pitahaya, Ayahuasca, El Pisquerito, Capitán Meléndez, Pisco Bar y Nazca, todos con una historia que contar y con mucho ímpetu por seguir investigando e impulsando lo suyo. Y después sí, puedes ir a una discoteca o a un pub.
No hablar con el cocinero de turno.
Los cocineros de los huariques siempre están dispuestos a compartir sus conocimientos con los clientes (esta es una tradición muy peruana). Por eso, en la medida de lo posible, es muy importante no irse del local sin antes haber hablado con el cocinero. Esto también se traslada a aquellos viajeros que visitan hoteles cinco estrellas. Los chefs siempre son amables y se pueden dar un tiempo para resolver dudas o cumplir los antojos del cliente.
Olvidarse de tomar clases de cocina peruana…
Muchas agencias de viaje ofrecen en sus tours clases de cocina, pero también hay opciones para quienes viajan por su cuenta y quieren aprender mucho en un par de horitas. Uno de mis recomendados es “Urban Kitchen”, un espacio donde todos los participantes cocinan y luego comen lo que se ha preparado. Cada sesión tiene un tiempo aproximado de dos horas y hay diversos temas gastronómicos, por lo que recomiendo visitar la página y gestionar alguna sesión privada o acoplarse a las clases ya estipuladas. Para ver las fechas y horarios, click aquí.
No ir a ninguna feria gastronómica.
Sólo acudiendo a lugares populares donde se celebra alrededor de la comida es que se podrá entender la idiosincrasia de los peruanos. Ahí es donde compartimos nuestras alegrías, siempre con buen comer y beber. Es por eso que si hay alguna feria o festival es importante asistir para poder interactuar con la gente, que siempre estará dispuesta a enseñarte cómo disfrutar mejor de tal o cual plato.
Hay muchos festivales gastronómicos y a mí me gusta mucho Mistura, que se lleva a cabo en septiembre. Hay otras fechas importantes cuyas festividades incluyen eventos en los que el turista puede tener un contacto directo con los cocineros o encargados de cada stand. Aquí puedes obtener más info sobre celebraciones gastronómicas en el Perú.
Si se tienen amigos peruanos, salir a comer con ellos en lugar de cocinar juntos en el hogar.
Aunque esto es, en realidad, culpa de los peruanos, que creemos que agasajamos mejor si llevamos a nuestros amigos a un restaurante. Yo les recomiendo que cenen en casa, así no sólo aprenderán a cocinar los platillos básicos de la cocina de nuestro país, sino que comprobarán como cada invitado da una versión distinta de las recetas tradicionales, con secretos culinarios, trucos y sazones únicos.
Lo primero que deben aprender a preparar es el famoso ceviche, seguido por platos como la papa huancaína, la causa rellena, el ají de gallina, el arroz con pollo y el arroz con mariscos.
No ir a la librería…
Como parte del aprendizaje, es necesario comprar bibliografía de la cocina peruana, disponible en cualquier librería. Los libros dedicados al rubro tienen una gran calidad de contenido e imágenes, tanto así que muchos premios del “Gourmand World Cookbook Awards” han recaído en diversos investigadores y escritores peruanos. Una muestra son los libros del fondo editorial de la Universidad de San Martín de Porres (respaldadas por su Facultad de Ciencias de la Comunicación, Turismo y Psicología).