Llega septiembre y llega el dilema de muchos jóvenes que emprenden una nueva etapa de su vida en la universidad. ¿Quedarse en las islas o marcharse fuera? Es una pregunta que me han hecho mucho durante los años que viví en Madrid. A ver, este post no está hecho para convencer a nadie ni como manual de vida. Confieso que yo no sé qué es lo que le conviene a cada persona porque cada situación es un mundo, además teniendo en cuenta que no todo el mundo tiene los medios de poder marcharse a estudiar fuera. Pero si tienes la oportunidad de hacerlo te voy a decir que te vayas. Y cuanto más lejos, mejor, siempre que no penalice a tu formación académica. Con esto quiero decir que si tienes pensado estudiar la carrera de Ciencias del Mar, igual irte a Berlín no es mejor que quedarte en Canarias. Pero son casos aislados y sé que serás capaz de valorarlo por ti mismo.
1. Porque hay mucho que ver detrás de ese horizonte
Nuestra limitación geográfica como archipiélago situado en el Atlántico nos brinda unas condiciones de vida únicas, pero por mucho que le pese a algunos admitirlo, lo que hace que nuestras islas sean un paraíso es al mismo tiempo su defecto. Estamos un poco aislados en ciertos aspectos como puede ser el acceso a ciertos eventos culturales, variedad de círculos sociales o mercados laborales. Si te interesan habitualmente y echas en falta eventos o actividades que están fuera del archipiélago, es la primera señal de que a lo mejor deberías armarte de valor y hacer las maletas.
2. Porque si has crecido en el paraíso, un poco de follón no viene mal
Ojo, con esto no quiero decir que alguien que viva toda su vida y se forme en las islas no pueda tener una vida tan plena ni una preparación igual de buena que alguien que se marche fuera. No. Pero lo que sí defiendo es que salir fuera te va a proporcionar muchísimas más oportunidades de satisfacer cualquier inquietud intelectual, cultural o artística que puedas tener. Además de hacerte entrar en contacto con ambientes y personas que difícilmente encontrarías en las islas y de los cuales aprenderás muchísimo en cualquier caso.
3. Porque no veamos esto como un abandono
Los jóvenes que me preguntan suelen decirme que su mayor angustia a la hora de irse fuera es la sensación de que dejan atrás toda una vida, lejos de su familia y amigos. A ver, es normal que habiendo vivido toda tu vida en la isla lo veas así. Pero la mayoría de Europa está literalmente a media tarde de avión. Que no es la Antártida, ni cruzas 5 usos horarios. Cuando empieces a viajar verás que no es para tanto y te parecerá un paseo tanto ir como volver. Pero sobre todo, recordarte que las islas no se van a ningún lado. Pase lo que pase, volver siempre es una opción. Viéndolo así, ¿por qué no al menos intentarlo?
4. Porque descubres quién eres a través de la independencia
Cuando empecé a vivir solo en Madrid nació en mí un sentido de la responsabilidad. De estar al loro porque no tenía a mis padres ni amigos de siempre cerca para sacarme de cualquier lío. De aprender a lidiar con la convivencia con personas que no te conocen y cuyo respeto y cariño te tienes que ganar. Descubrir por mí mismo que muchas cosas que pensaba estaban equivocadas y que otras eran tal como me las imaginaba, sin que nadie me lo tuviera que explicar. Tengo claro que no sería la misma persona si me hubiera quedado en la isla y lo valoro mucho.
5. Porque serás capaz de apreciar aún más la isla
Crecer en el paraíso es una pasada. Pero también hace que normalices cosas que no son tan normales, como el entorno que te rodea y el clima que te acompaña. Marcharte fuera te da una perspectiva más amplia del mundo y del lugar de Canarias en él. Aprenderás a apreciar las cosas más banales e insignificantes de nuestro día a día en las islas y hará que tu posible vida futura si decides regresar sea más plena y positiva. Así lo he vivido yo al menos.
6. Porque ayudas a que Canarias avance
Fuera he tenido la oportunidad de practicar varios idiomas a diario, trabajar en empresas de prestigio internacional y con profesionales muy reconocidos. Cuando llegó el momento de volver a las islas, me di cuenta que todo ese bagaje me vino de perlas a la hora de desarrollar mi trabajo aquí. Para que las Islas Canarias avancen, es importante que tenga habitantes preparados que puedan hacerle frente a cualquier reto. Y de ese movimiento, lo quieras o no, formas parte si pretendes dedicar los próximos años de tu vida a formarte.
7. Porque es nuestra herencia
Los canarios no nacieron en las islas por generación espontánea. Su origen sigue siendo un relativo misterio, pero lo que está claro que eran inmigrantes llegados de otros lugares, lo cual te hace pensar que si sientes ganas de explorar lo que hay ahí fuera no estás alejándote de tus raíces, sino siguiendo la tradición. Lo tienes en la sangre.